EL LLAMADO A LA SALVACION

Afortunadamente Dios no barrió al hombre hacia un lado y empezó de nuevo. El procuró salvar en vez de destruir. Génesis 1-11 muestra el relato de la huida rebelde del hombre de su Dios. El resto de
a Biblia es el relato de la búsqueda amorosa de Dios haciael hombre.

El llamado de Abraham

Dios comenzó con un hombre en Ur de los Caldeos. Abraham recibió el mandato divino: "Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré" (Gn. 12:1). Este hecho es una evidencia de que Dios no había abandonado su mundo. El un anuncio de la iniciativa divina para solucionar la rebelión humana y restaurar a la humanidad para que tenga compañerismo con él.

El comienzo de la historia de la salvación

El llamado a Abraham es el primer eslabón en lo que se llama historia de la salvación. La misma se refiere a esa serie de eventos en la vida e historia de Israel que llevó a la venida de Jesucristo el Salvador. Es la historia de la actividad salvadora de Dios de la cual dan testimonio el Antiguo y el Nuevo Testamentos. Hablar de la historia de la salvación no implica que la historia misma es la que salva. Más bien, significa que Dios ha actuado en una serie particular de eventos mundiales para lograr su propósito redentor. Dios es el único que salva, pero la historia es el escenario en el cual él logra sus metas. Génesis 12:1-3, por lo tanto, presenta la respuesta divina a la rebelión que se describe en Génesis 11. Es el eslabón entre Génesis 1:11 y el resto de la Biblia.

La relación de pacto

1.- Involucró una promesa.- La promesa de Dios a Abraham se revela en estas palabras: "Y haré de tí una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Gn. 12:2, 3). Esta promesa se repite en Génesis 15 y 17. Hay tres elementos que se influyen. Dios prometió dar a Abraham un hijo el cual seria el heredero de la promesa, darle numerosos descendientes y darle la tierra en la cual él habitaba.

Para confirmar la promesa, Dios estableció un pacto con Abraham. Un pacto es una relación especial iniciada por Dios con un individuo o nación. No es un contrato entre iguales. Entonces, como ahora, Dios es siempre el iniciador y él siempre es el soberano en la relación. El pacto de Dios empieza en su gracia, y es una promesa de su fidelidad. Al aceptar esta relación,

Abraham estuvo de acuerdo con las responsabilidades que traía aparejada.

El pacto fue sellado en una ceremonia solemne (Gn. 15:8-11). En los tiempos antiguos, las dos partes de un acuerdo mataban a uno o más animales y los cortaban en mitades. Estas mitades se colocaban una frente a otra y las dos partes caminaban entre ellas. Esto simbolizaba su acuerdo mutuo. También sugería que si alguno de ellos quebraba el pacto, iba a ser muerto como los animales (compare Jeremias. 34:18).

2.- Involucraba un propósito.- Debe mantenerse claro el proposito de Dios al llamar a Abraham. Su razón última incluyó el envío de su propio Hijo al mundo para la salvación de la humanidad. El llamado a Abraham tuvo el propósito de preparar al pueblo a través del cual el Hijo de Dios iba a venir. La elección de Dios de una persona fue para bendición de muchos: "Serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Genesis. 12:3). Toda la historia de la actividad salvadora de Dios está implícita en el pacto con Abraham. Por lo tanto, no es por accidente que los escritores del Nuevo Testamento trazaran la genealogía de Jesús hasta Abraham por medio de David (Mateo 1:1) y vieran en la venida de Jesús el resultado de esa promesa antigua (Levitico 1:72-73).

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